sábado, 9 de mayo de 2020

Cuando se hace antiguo lo que tanto costó conseguir

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09 mayo 2020

Me entera un viejo militar retiradísimo y ahora nuevo amigo-e, esta madrugada, que ayer en “nosequé” programa de radio, contaron que cualquier presidente del gobierno de España tiene 60 asesores de los que ninguno tiene el graduado escolar y que algunos de la oposición le han explicado, con cifras en la mano, que con solo evitar duplicidades entre las distintas administraciones públicas que nos desgobiernan, acosan e inquietan, ahorraríamos 36.000 millones de €. Lo más curioso es que cuando ha terminado de contarme una y mil aventuras y logros de su mili en África a las órdenes del glorioso y olvidado Ejército Español y de su participación en las escuelas del  Movimiento Nacional de la época, ha soltado un epílogo a su mas puro estilo nacional convencionalista: 

Enrique, ya sé que tú no comulgas con lo que te he dicho, pero no dejo de saborear, día tras día, aquello que ahora llamamos antiguo, si, aquello que nos llevó hasta aquí, hasta este desastre”.  

No he querido preguntarle si al hablar de lo antiguo se refería a la años 40/70 o a lo del 78 “pacá”, tampoco he sabido si se refería a las costumbres, a la política o a la forma de vida, no, no lo he hecho por miedo a que me lo contara, pero a mi me ha dado por enviarle unas fotos del barrio viejo de mi nuevo pueblo y si, le he contado que me ha gustado sentir esa belleza, la belleza de lo antiguo, de la maltratada y olvidada piedra antigua. 

Mi viejo militar y nuevo amigo-e, me dice: 

Enrique, yo no hablaba de eso, coño, es que no os enteráis, seguro que tú serás de esos que acabarás votando a los venezolanos … que mierda de futuro nos espera”. 

Y el tío me ha dejado plantado  y se ha ido con viento fresco a otra parte de la Red  a dar la badana.
Tiempos difíciles para hablar de política, de cultura o de cuestiones sociales a resolver. Encuentro a faltar un mayor interés por ello en las nuevas generaciones y todo ello a pesar de los nuevos movimientos políticos emergentes. 

Hablo de lo que se habla, (hablaba), en la calle, en las charlas … quizás nos equivoquemos en la forma de hacerlo, quizás debiéramos mandar esas cosas por wuasap, lo digo porque no hay lugar donde vaya, que no vea  a grupos de jóvenes y no tan jóvenes, sentados alrededor de una mesa, todos enganchados a su smartphone de 1.000€ y sin nada que decirse entre sí, salvo que en el ambiente haya marcha de algún tipo, “by means of”.