martes, 3 de marzo de 2020

Hablando de jubilación: El cura, las copas y el desenfreno vital


Vincent Bourilhon [Fotomanipulación]


03 marzo 2020


Mi amiga Mucha , (una de las grandes blogueras que sigo, y también reina de la prosa poética del continente norteamericano), me cuenta en una de sus lindas promesas de retórica para gente profunda, que su intención, vocación y deseo, es morir con las botas puestas en lo que hace y quiere seguir haciendo para los restos. Una gran mujer para un loable deseo ... yo, pensé que debía darle mi punto de vista, algo distinto, pero según cuentan mis cicatrices, igualmente bello:

La jubilación para determinadas personas que viven montadas en un coche, en un avión o en un tren y que al amparo de su frenética vida profesional, se acuestan en cualquier cama durante toda una vida, la posición de retiro o de jubilación profesional, es una bendición querida amiga. Cuando se ha tenido una vida muy activa es absolutamente necesario morir haciendo lo que al muy usado, triste y desconsolado profesional del ladrillo le viene en gana y que nunca ha podido hacer, ya sabes, dormir en casa, ir en Bus, comer con los amigos, pasear por la Orilla del Mar y sentar el culo en la arena de la Playa, zapato y calcetines en mano. Eso de jubilarse es tener tiempo para ver crecer a los nietos, para ir al Cine cualquier día que no sea domingo, para aprender a bailar el Bachatango y hasta para tomarte dos copas a pleno sol sin que el cura te castigue por ello a una penitencia muy severa, no, por cierto, es todo lo contrario, es entonces cuando el cura empieza a entenderte. Estar jubilado es poder llevar el teléfono en off todo el día y cuando suena, (además), no cogerlo. Estar jubilado es poder leer todos aquellos libros que nunca tuviste tiempo para ellos, para quitarles el polvo y ponerlos en el centro de tu altar. Estar jubilado es tener tiempo para pensar, para hacer crecer tu intelecto y hasta para creerte el Rey de las Letras aún por escribir. Estar jubilado es tantas y tantas cosas querida amiga, que podría estar todo un día entero intentando describirlo y me faltaría tiempo. Por último te diré eso que tanto me gusta decir, estar jubilado es tener tiempo para estar y seguir enamorado; estar jubilado es el tiempo de vivir.

Disculpad la extensión de esta respuesta abierta a mi querida amiga-e, pero ... pero es que me ha salido sin que tuviera que pensar cada palabra, sí, así de simple es ser y sentirse jubilado, es sentirse plenamente realizado y feliz por el camino recorrido, por la obra hecha y por todo aquello que aún me queda por contar ... y, sobre todo, por hacer.



enriquetarragófreixes

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