17 febrero 2020
- Amparados en las costumbres nos resulta difícil a cierta edad digerir o practicar la ambigüedad .. pero lo hacemos; mentimos ante cualquiera que nos salude con el protocolario “holaquetalcomoestás” si de quedar como un puro machote se trata y mentimos ofreciendo un estado mental y de salud muy perjudicado si se trata de necesitar que nos acaricien el lomo.
- Juan se pide un carajillo bien cargado a las siete de la mañana de cualquier martes y después en la puerta del local se fuma una especie de caliqueño mientras hace tiempo para destilar su primer ardor y, así, al poco pedirse un blanco y negro que para él es el Anís del Mono mezclado con un chorrito, también, de Magno. Tose como un perro pero dice que está resfriado y que el dolor que tiene ahí abajo a la derecha de la bolsa intestinal es de la fisioterapia.
- Leonor se encuentra de maravilla cuando se buscan voluntarios para un viaje gratis a Torrevieja en autobús, día completo con comida en un bar de Playa, pero llora sus dolores a su hijastra cuando viene al Ateneo a interesarse por ella y a observar como lleva su soledad.
- Arturo cambia de mesa cuando entra el médico del Centro de Salud cercano, (que es el suyo), para que no vea que a las siete y media de la mañana se toma un bocata de atún con tomate y un par de guindillas para quitarle el ácido de la noche en boca. Al médico le saluda y le dice que va mejor de todo … como no.
- Pepe está dispuesto a correr la maratón reducida para veteranos para ganarla de puro macho que es a la vez que cada mes se presenta cojeando ante el inspector médico de la compañía de seguros de accidentes de vehículos para demostrar su incapacidad tras un golpe que le dio un taxista en un paso cebra hace ya dos años … y así seguir cobrando la indemnizacion que le asignó el juez mientras no pudiera andar con normalidad.
- Todos, absolutamente todos, tenemos dos caras … pero somos más honrados que nadie … y nos creemos mucho más listos que cualquiera, dependiendo del momento y ante quien, pues sólo así podemos mantener una cosa y la contraria en cuestión de horas o de minutos … aunque, eso sí, nunca tanto como hacen los políticos. Nos gusta ser así y por contra nos encanta criticar a quien lo practica … y es que así somos, tan felices, aunque nos encante ignorarlo.
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