19 noviembre 2019
Seguramente no sería, especialmente, una caradura al uso y digo caradura que no “caraduro”, pues aparcando en la plaza de minusválidos, (la única que hay frente al Centro de Salud del cabo de las Huertas en Alicante), y con sillita de bebé a bordo, solo puede ser una sufrida madre joven pues aún el machismo vigente divide las obligaciones de la pareja. Tuve que dar tres vueltas a la manzana y, al final, encontré aparcamiento en un lugar tan lejano del centro de salud que casi pensé en pedir un taxi.
Conclusión, seguramente no objetiva: “El mundo del civismo vigente, no existe ni es reprimido por ello en forma alguna” y al perecer, quien debiera evitarlo, como el siempre desparecido Guardia Urbano encargado de ese control, también.
Un asco, sí, lo sé, es el mundo de hoy, pero.. ¿Tendré derecho a quejarme y exigir o educación primaria o control del incivismo, por ese orden, u otros remedios que aquí no quiero contar y que me sugieren otros compañeros con parecida discapacidad y menor paciencia?
Lo dijo HUNTER S. THOMPSON: “En una sociedad cerrada donde todo el mundo es culpable, el único crimen es ser atrapado. En un mundo de ladrones, el único pecado definitivo es la estupidez.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario