viernes, 12 de marzo de 2021

Los botones de la camisa, las risas de las sesentañeras y las consecuencias volumétricas de esta cruel pandemia



Jennifer López

12 marzo 2018

- Tenía que pasar, si, un viernes cualquiera de un horrible y cruel tiempo de pandemia, es lo que es. 

- Has decidido salir a la calle y ver mundo, pero la camisa ya no entra y la excusa de que el hueso ensancha con la edad, ya no cuela. 

- La pandemia está haciendo efecto en mi modelado cuerpo. Mofletes como nunca, cinturón que encoge y la cara del ejército de salvación mostrando lo que se ve venir: Guerra al kilo de más. 

- De momento y como castigo, hoy, igual que ayer, llevaré todo el día una camisa reventona, aunque el problema será como conseguir que un día de salir vestido como una persona no se convierta en un día más, es decir, en un día reventón donde respirar ya es un milagro y las miradas de los extraños y propios a mi pronunciada prominencia abdominal se convierte en un martirio.

- Ya no puedo sacar pecho en la Misa, a riesgo de reventar las botonaduras, y hasta tengo que soportar, como me pasó ayer en la de ocho - donde van todas las beatas con sus adorables hijas sesentañeras - y que me diga la linda "niña 60" de la fila dos, e hija de Doña Virtudes, en plan mofa: "Ay, Enrique, no tomará hoy los pestiños de mi madre verdad, le veo como si le fuera a dar un ataque" y lo peor, tras la gracia, todas las sesentañeras minifalderas de la fila uno y de la dos, se partían el cu..ello, de risa. 

- Lo más traumático fue cuando me fui a ver a mi cura favorito y entrando en la Sacristía, sin saludarme siquiera, me dice: "Enrique ¿Estás mal? ¿Qué te pasa? ... tienes cara de que te vaya a dar un reventón" ... y yo casi sin despedirme, me fui a mi Ateneo, pero antes me desabroché los tres botones del centro de la camisa para evitar que no se produjera un estallido y rompiera el cristal del parabrisas de mi lindo y viejo, X1.

- Conclusión de la andadura matinal: O cambio de talla de camisa o me hago una operación estética de reducción ventral y me quedo como la Jennifer López que, por cierto, es mi tipo y así nadie me tiene que decir nada sobre mi voluminoso aspecto. 

- Viendo unas fotografías del mítico Demis Roussos, avanzo que voy a optar por una tercera opción, casi seguro, una túnica bien ancha, sí, con un par, además de que me va a quedar de "cine", para ir a los aseos públicos, por ejemplo, la cosa se pondrá sencilla, muy sencilla. Todo serán ventajas.