miércoles, 10 de marzo de 2021

Las utopías, a veces, se cumplen

Pintura de Aydemir Saidov

10 marzo 2021

Recuerdo que:
  1. Una tarde, una funcionaria de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante me llamó por teléfono, desde su casa, para avisarme que ya podía recoger a primera hora del día siguiente una licencia de obra cuya tenencia me era de vida o muerte.
  2. Un feliz e irrepetible, día, dejé dinero a un amigo y al tiempo me lo devolvió y por tanto seguimos siendo amigos.
  3. A las diez de la mañana de un martes, en la sección de Urología del Hospital de SJ, donde tenía cita a esa hora, llegué y me atendieron cuando faltaba un minuto para la cita.
  4. Pasé, hace unos días, por la peluquería de señoras más próxima a mi casa a las 09:25 h, y estaba abierta. Me acerqué para asegurarme y, sí, era cierto, la hora oficial de apertura era a las 09:30 h.
  5. Fui a la extracción de sangre del Centro de Salud de mi barrio con el número 6, hora 08:10 h. Me pincharon a  las 08:05 h
  6. Hace unos años entré en un bar de la calle Gerona a las 08:15 h y un camarero me saludó y hasta me preguntó si quería tomar algo.
  7. En un viaje a Valencia, por carretera, vi un incendio y llamé al 091. Me dijeron que tenía que llamar a otro número, pero que ellos se iban a encargar de hacerlo.
  8. Otro día, hace ya una decena de años,  me encontré a Luis Díaz Alperi, (mi exalcalde), en Valencia y me dijo: “Hola, yo te conozco, ¿Verdad?”
  9. Una joven y morenaza señora, con minifalda cinturón,  que iba sentada en el Tram de la Playa, delante nuestro, cruzó una pierna sobre la otra, varias veces, y ninguno la miró.
  10. Pero, sin duda, lo que más me ha emocionado es recordar lo sucedido hoy mismo. Una bella señorita de unos 50, de un porte extraordinario, rubia, con taconazos de aguja y serio vestido oscuro de corto ropaje, se ha cruzado conmigo al entrar en la farmacia de mi calle, se ha parado, me ha mirado como miran esas bellas señoras que tienen los ojos verdes como hechos de zafiro, y me ha dicho con voz muy de traductora de convención empresarial: “Por favor, usted primero … ”. Lástima que al final de su linda frase añadiera “… old man
Ya veis, las utopías, a veces, no son ideas, objetivos o sueños irrealizables como los de la pintura de Saidov, no, a veces, simplemente son lo que siempre deberían ser, con algún retoque, eso sí, como el de la innecesaria coletilla de la bella y simpática traductora de inglés.

4 comentarios:

  1. jjajajajajjajajajaja sacando las letras en color rojo.. que dia magnifico!!!! jajajajajaja
    Disfruta de esas utopias!!! todo llega!!!dios existe !!! ajjajajajaj
    Aqui no se daria ni una de ellas jajajjaja ( creo no equivocarme)
    Me he reido!!Se nota??? Besos Enrique!!Y que tu dia sea especialmente hermoso

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    1. No todo puede salir bien, amiga Eli. No obstante, no me negarás que el resultado me ha sido favorable, jajajajajajaja.
      Lo de Old man, en el fondo, me ha encantado, al menos me ha visto.
      Un abrazo muy fuerte, querida Eli

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  2. Enrique, yo hubiera aprovechado cualquiera de esos días utópicos para hacer una primitiva :D
    A mí, hace ahora justo un año, también se me cumplió una de esas utopías: se me acabó el papel higiénico, me fui al supermercado de la esquina a comprar y ¡¡¡había!!!
    Un abrazo. Y que no nos abandone el sentido del humor.

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    1. Es cierto, pero no era el día, Diego. Ya no me dio tiempo a más. Me estoy haciendo viejo, debía haberlo pensado.
      Lo del higiénico, es cierto, una suerte. Una vez me pasó algo igual a mi pero al revés y fue con el Ron Bacardi. No lo encontré en el Super y además, me dejé la llave de casa puesta pero por dentro. Nada grave, sigo vivo, esa es la prueba.
      Un abrazo, Diego, y tienes razón: Que no nos falte el buen humor nunca.

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