sábado, 6 de febrero de 2021

Esa, ya casi olvidada, feliz rutina,


Centro informativo de Playa san Juan-Alicante

06 febrero 2021

- Uno de mis mejores amigos, a sus benditos y saludables 84, al menos hasta hace muy poco, se enfada conmigo ahora porque cree que no recibe mis mensajes-e, cuando todos los días, sin falta, suelo hacerlo. Perdió parte de su Norte y eso me hace llorar por eso de saber que él ya no es capaz de ser quien fue ... no hace tanto.

- Vicent, uno de los chicos de la tertulia frente a la fuente de las noticias diarias que ofrece nuestro jefe de Prensa en su kiosko, me pregunta muy interesado si conozco a la chica del perrito que vive en Leo, (ese majestuoso edificio de no sé cuantas plantas y habitantes), y que siempre que me ve se deshace en besos y abrazos cariñosos. "¿Puedes presentármela? Yo soy sastre de moda retirado, me encantaría hacerle a Ella un traje para la noche del Día de los Enanmorados" - me dice de modo extrañamente cariñoso.

- La lotera del Garden, una niña de muy y joven, buen ver, ante mi pregunta de siempre de si han llegado los billetes que encargo cada semana para viajar a París con mi Santa, me dice que no me desespere ... "Hay quien lleva más tiempo que tú jugando a la Primitiva, Enrique, y ahí está, cada semana palmando 14 eurazos de nada sin queja. El amor a sus sueños les hace fuertes para seguir esperando". Un encanto de mujer aunque de nada sirve que le diga que, no sé a otros, pero a mi se me acaba el tiempo.

- Juanito, el de la Bodega de Fontana y que reza el rosario conmigo a las 09:45 h en punto de cada día del Señor, en la Parroquia de La Playa, estaba hoy de un respondón notable, especialmente cuando ve que nadie le hace NPC cuando intenta vender que su asistencia al rito eclesial no se debe al interés publicitario de su local, sino al de su amado fervor por conseguir la Santidad como única forma de redimir todas sus golferías y pecados carnales nunca descritos por él, pero por todos conocidos.

- El perro del de la ONCE que monta su chiringuito frente al Banco Sabadell de Avenida Holanda, hoy solo me ha mirado a los ojos sin mearse en mi pantalón como hace siempre, no, hoy le he mirado con ojos de "tevoyamatarcomo temeesenmipantalón" y el animalito o se ha acongojado o es que ya no le vale, siquiera a él, mi pierna sexual que, aclaro, siempre es la izquierda.

- Por último y como suceso revitalizante de hoy, de vuelta al quiosco, pues después de tanta cháchara madrugadora, me dejé allí el periódico, y allí fue cuando me encontré a la bellísima sesentañera del perrito, la cual, ante el inevitable cuasi desmayo de Vicent, me dio un beso en mejilla, bueno, dos, y un abrazo a huesos, que me dejó mejor que estaba y, ah, en el mismo acto sensual, escasamente pecaminoso o nulo, la sesentañera me soltó al oído esa pura esencia que un buen día escribió la Beauvoir: "Un hombre se aferra a una mujer – no para disfrutar de ella sino para disfrutar de sí mismo". Casi me pasa lo que a Vicent por aquello de aquella vieja canción, que siempre recuerdo en estos crueles  y cortos momentos, de la "Gigliola Cinquetti - Non Ho L'Età".

- El mundo, mi vida y la que me queda, no sé si será feliz, pero a mi me parece suficiente para que así lo sienta, solo falta que se acabe esta cruel era de pandemia y podamos volver a ver a nuestros nietos y a nuestros amigos en esas noches pecaminosas de danza, copeo y charla que nos falta como el aire que respiramos.


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