08 septiembre 2020
-No se os ocurra comer un arroz como éste, con hambre y desaforadamente, nunca.
-Nunca jamás será así si no eres capaz de mentir por ello, te lo recriminarán al primer ay que sueltes - (un “ay que me muero”) - si no muestras un ardor indispensable o una mirada fija en el techo del cielo en el que te tumbaron, para decir que no has bebido, ni comido, ni nada de nada.
-Mantente firme, si acabas en el Hospital, di que no recuerdas nada, sí, haz como los políticos ante el juez, di que no te acuerdas de nada y que todo es mentira, tú nunca fuiste infiel en la comida, ni en la bebida, ni en el "no es lo que parece", siempre fuiste moderado en todo, aunque no sepas muy bien si eso es del todo cierto, insiste, hazte firme, innegociable ante el mal de opinión, pues, ya sabes, si no lo consigues en tu puta vida volverás a salir a comer con tus amigos … como es mi caso.
¡¡¡Aguanta, sé firme, no te rindas, tú nunca fuiste culpable de nada, la puñetera, reposada, majestuosa y odiable, vida pecaminosa, fue la primera que te sedujo y lo hizo ahora más que nunca, a tu venerable y sin embargo indecente, vejez!!!
