22 noviembre 2018
Tuve un sueño maligno, anoche, y hoy quiero escribir sobre él, sobre la importancia de la coma, y no hablo o escribo, del imperativo del verbo comer, no, me refiero a la otra, esa que tantos problemas nos da o nos puede dar, si no la sabemos colocar bien cuando queremos marcar las pausas de un enunciado.
Julio Cortázar escribía: “La coma, esa puerta giratoria del pensamiento”
Lea y analice la siguiente frase:
“Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda”
Si usted es mujer con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.
Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.
Cortázar tenía razón ¿Verdad?
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