domingo, 9 de enero de 2022

Tum Bin Kya Hai Jeena



09 enero 2022

- Tengo ya muchas limitaciones en mi movilidad que hacen no pueda andar más de mis mil pasos seguidos, pero es suficiente para observar todo lo que debe ser un despertar de un paseo que nunca terminó.

- Serían las diez de la mañana de cualquier domingo de invierno del cincuenta y muchos, Rambla de Cataluña y en ese cine, en el de la Rambla, había una cola de más de cien personas. La película era la de “El día D, el día más largo” y a mí me pareció la película más extraordinaria que jamás hubiera visto. Ese no era un día especial, todos los domingos, o era cine o era paseo. Esos ahora olvidados paseos del domingo temprano, muy temprano, era un desahogo hogareño para Mamá y un ejercicio de salud familiar para mi Agustín al cargar con los tres hasta las dos de la tarde.


- Esos paseos eran la gloria, era como ir a la escuela, pero mucho mejor. Agustín era una fuente de información interminable, todo lo sabía, todo lo explicaba y todo nos lo contaba, como solo él sabía hacerlo. 

- Hoy no parece ser lo mismo. Raro es que ningún ente familiar salga de casa antes de las doce. Son tantas cosas a organizar Enrique, me dice Antoine que hoy no ha ido a misa pues no está contento con su suerte. Sus hijos salen de casa a la una del mediodía y le critican que no vaya a cuidar a sus nietos para que ellos puedan salir el sábado noche, o dormir el domingo por la mañana cuando pueden hacerlo pues la otra abuela se ha quedado a dormir en su casa.

- “Ya lo ves Enrique, no me quieren porque no les sirvo y para lo que les sirvo a mí no me da la gana de hacerlo”.

- No te sulfures Antoine, ellos han partido de un mundo en el que el listón está más bajo y debemos entenderlo. Ellos no tienen la culpa de que el mundo de hoy sea más rico y mejor.

- “Enrique, il me semble que tu te trompes, celui qui veut quelque chose pour le gagner, je ne le leur donnerai pas parce que oui ...vamos, que se lo ganen”.

- Despidiendo a Antoine y con la cabeza puesta en los cincuenta y muchos de mi niñez, he visto una pareja feliz sentada en un banco de una zona de juegos, la que hay frente a Mercadona de la Av de Las Naciones, cogidos de la mano mientras gobernaban e instruían los movimientos de cada uno de los tres “enanos” que allí estaban saltando y subiendo por todo los aparatos de juego que allí estaban pidiendo clemencia. El resto estaba vacío de todo vestigio humano, estamos en otra era y, además, solo son las diez. 

- A lo mejor no los he visto, a lo mejor solo han estado en mi imaginación. No lo sé, últimamente todo me parece tan irreal, que quizás tampoco sea yo mismo quien flirtea con ella. Esta pandemia nos volverá locos a todos.

- Cariño: ¿Estás bien? ... me acerqué y le dije, ahora sí, y dándole un beso de simple roce, repetí esa bella frase en hindi que me pirra:  Tum Bin Kya Hai Jeena  (¿Sin ti, qué es la vida?)

 

14 comentarios:

  1. Hola Enrique.. Que razón tienes, amigo mío, como cambian las costumbres en cincuenta años nos hemos modernizado tanto que ya los que pasamos de esa edad no nos reconocemos, ni reconocemos las costumbres que tienen nuestros hijos. Solo queda pensar que ahora son más felices y más sabios, o no.. Yo tengo mis dudas, pero deseo que así sea..
    Un abrazo..

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    1. Ay, Llorenç, es puro desahogo, solo eso. Seguramente cada generación tiene sus reservas para los que se quedan. A la humanidad, sin duda, le hace falta un "volver a empezar" para darle valor a todo, incluso a la vida.
      Un abrazo, Llorenç

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  2. Por eso digo, hagamos al Tiempo nuestro aliado o nos volveremos locos... La verdad está en ese último mantra (¿Sin ti, qué es la vida?) que acabas de revelarme, Enrique.

    Abrazo más que agradecido pues!!

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    1. Ciertamente, amigo Carlos P. Nos centramos en lo externo, en lo que nos circunda, cuando la vida está ahí, justo al lado.
      Un abrazo, maestro.

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  3. Opino como Perroti, que lo verdaderamente importante es esa frase interrogativa con la que acabas.
    Siempre positivando.

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  4. Me gusto la frase y la película que mencionas era una de las preferidas de mi papa. Animo y contigo con la terapia te mando un beso

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  5. Los tiempos han cambiado amigo Enrique, y opino como tu que esta pandemia nos volverá locos, por aqui muchos infectados y muertes, yo aquí encerrada, solo salimos lo necesario... Saludos.

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    1. Estamos igual, amiga Sandra. Habrá que ser prudentes, pero caen amigos cercanos y familiares por todas partes. A veces creo que no debiera, pero me arrastra el desánimo.
      Resistiremos.
      Un abrazo.

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  6. Sucede lo mismo acá. En un presente gris con un problema que no se va, ya de pronto todo parece tan irreal.

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    1. Cierto, Alexander, a veces pienso que es un mal sueño, pero poco tardo en adrme cuenta de que la realidad es la que es.
      Un abrazo.

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  7. Un texto que refleja añoranza. La vida se vive hacia delante adaptándose a lo que venga y dando respuesta a ello de forma que podamos seguir en nuestro desarrollo.
    En lo que no estoy de acuerdo es cuando dices..."qué culpa tienen ellos..." Yo, de la actitud de los demás, no culpo a la vida, les culpo a ellos. De hecho el mundo cambia por lo que todos hacemos y dejamos de hacer, cada uno llevamos nuestra parte en esta responsabilidad.
    SAludos.

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    1. Pus yo estoy de acuerdo contigo, Manuela, en todo y especialmente cuando escribes ... "el mundo cambia por lo que todos hacemos y dejamos de hacer, cada uno llevamos nuestra parte en esta responsabilidad.".
      Un abrazo, escritora.

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