16 enero 2021
Entre los miles de recuerdos de mi infancia que vuelven, con frecuencia, al escenario de mi memoria, hoy, he recordado uno del que nunca supe, ni entendí, entonces, su contenido. Mi madre estaba conmigo enseñándome a sumar y mientras ella me lo enseñaba, siempre, a su manera, con ejemplos prácticos, recuerdo de esa escena, que yo le pregunté:
- Mamá ¿Tú crees que yo soy un niño especial?
- Ella me respondió al instante; “Claro, Enrique, claro”
- Y yo entonces volví a preguntarle; ¿Mamá, tú eres una mamá especial?
- Ella no respondió, se me quedó mirando fijamente con sus, siempre, bondadosos ojos, mientras me cogía por los hombros. Estuvo unos largos segundos más así, sin decir nada, y sin decir nada me abrazó con fuerza, con mucha fuerza.
Esa escena sigue ahí y se quedó ahí, como terminó..
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Hola, Enrique!
ResponderEliminarEspero k estejas bién y família, también. Yo estoy bién, felizmente, creo.
Las madres son maravilhosas y guardam en sus corazones o mejor para los hijos.
Tu eras un menino especial, pero ela nada respondeu à tua questão. Las madres pensam k puedem ser siempre mejores para sua hijos. Grande lição de amor.
Besos para todos e salud.
Gracias CEU, salud, también, para ti.
EliminarTu eras un niño especial y ahora eres un hombre especial porque fuiste criado por una mujer especial sin duda. Saludos amigo Enrique.
ResponderEliminarGracias Sandra. Siempre que hablo o escribo sobre Ella, las emociones fluyen en mi como si reviviera esa feliz convivencia con Ella.
EliminarUn abrazo, Sandra.