viernes, 10 de septiembre de 2021

Solo yo puedo hablar mal de lo mío

 

Fotografía de Robert Doisneau


10 septiembre 2021
- "Los niños al colegio, los parados a la caza de un empleo digno, los currantes se lanzan a la guerra del minuto antes, conduciendo como locos zombis por las calles de una ciudad triste y agitada ... las mamás, a sus tertulias traicioneras de post entrega de niño en el cole y luego a intentar llegar temprano a su trabajo. Los papás a comentar quien la tiene más gorda en el café de la mañana con el grupo de la empresa y los abuelos a sus andares y a sus misas. Cada uno con lo suyo.

- Llega septiembre y todo vuelve a su lugar cuando nadie quiere que sea así o eso queremos creer. Volver a la rutina nos hace peores, indignos, aburridos y hasta disidentes de una vida que en pocos años nos la han pintado de color triste, connivente y sin final, ni próximo, ni feliz. La Sociedad se aburre ... la Sociedad ha perdido ilusión por nada de lo que hace y lo que es peor, no hay horizonte ... ha desaparecido".
- Mientras yo soltaba ese terrible discurso en mis cafés de madrugadas de la pandemia, alguien que yo fingía no conocer, se ha levantado como un actor en la plaza de los tormentos y, quitándose la mascarilla, mirando a todos, ha dicho:
"Oiga, pero que dice usted, la vida es el don más preciado al que un ser humano puede aspirar ... no es cierto que sea aburrida, es sufrida, sí, pero es divertida y hasta feliz si se sabe mantener el culo en la silla, los pies en el surco o los codos en la mesa, con ilusión.  Cada cual debe buscar sus incentivos y vosotros los tenéis todos a vuestro alcance ..."
Y ese brillante y veterano orador, ha estado hablando y hablando durante casi veinte minutos largos ... todos hemos estado escuchándole con atención, pero cuando más metido estaba yo en su discurso, la Loli se me acerca y al oído me dice ... "Lo hemos montado de maravilla, Enrique, te dije que saldría bien, están todos como en el primer día de clase. Y es que si ellos no van a escuchar sus sermones ... este párroco suplente es genial, te lo dije ... quizás debamos hacer las misas aquí" … Sí y servir carajillos y cubatas, Loli … ¡Qué atrevida eres, coño! 

- Y con una sonrisa maliciosa ella, la barista más genialmente sensual, brillante y vulgar de todas las tabernas de cualquier Ateneo del mundo, se va a seguir escuchando el sermón del día, con atención, complicidad y éxito, claro. El Ateneo estaba a tope.

- Mi Madre me lo decía siempre: Si quieres que la gente aprecie y hable bien de lo que tiene, dile que lo que tiene no vale nada. Así somos, podemos hablar mal de lo nuestro o de los nuestros, pero que nadie se atreva a hacerlo delante nuestro. La apuesta era atrevida, pero funcionó ... gracias Loli, lo hemos pasado bien, maliciosamente bien.

8 comentarios:

  1. Pura psicología. Saber incentivar para extraer de alguien su mejor versión... De eso debiera tratarse convivir.

    Abrazo gigante, Enrique amigo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo hubiera resumido mejor, Carlos P. Convivir, eso es.
      Un abrazo fuerte de un sábado de fecha tremendamente dolorosa.

      Eliminar
  2. jajajjajajjajajaja
    Genial!!!!!
    La pucha que somos complejitos los humanos!!!
    Y esa Loli...una genia.. El discurso..MORTAL...
    LA VIDA ES BELLA.. Besosssss Enrique!!Y gracias por este texto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, querida Eli, ya sabes que siempre estimulas mi autoestima.
      Un abrazo bello, como la vida misma.

      Eliminar
  3. Uy que maestra la verdad soy de las calladas no me gusta dar discursos. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay gente que sabe hacerlo muy bien y yo, que siempre me ha gustado y he apreciado eso de "saber hablar bien en público", me encanta verme envuelto en estos "líos". Jajajajaja.
      Un abrazo, escritora.

      Eliminar
  4. Ay Enrique, como me haces sonreír aveces..... Gracias por estar siempre amigo, saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y a mi no sabes como me alegra saberlo, amiga Sandra.
      Feliz sábado.

      Eliminar