lunes, 2 de noviembre de 2020

Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta




02 noviembre 2020

Me senté en la mesa del fondo, apenas se oía a nadie, solo el rechinar de los cubiertos al ser retirados del fregadero por la linda niña de Oviedo que rige los destinos de los cafés de cada uno de los viejos de la madrugada, y un silenciado ruido de locutor de telediario que salía de la inmensa pantalla que hay sobre mi mesa. 

Luces amarillas que dan una penumbra vintage al entorno de mi café de madrugada, las vetustas paredes cubiertas de bellos cuadros pintados por futuros Picasso del arte pictórico, (con un par de numeritos seguidos del signo € en un borde), y un sinfín de enormes motivos para sentirse feliz contemplando ese bello, singular y hechizado lugar. Pero la Perla de hoy me la trae un nuevo captador de emociones, Aigor, (al que llamamos así pues su nombre en ruso no hay quien lo pronuncie), y lo hace contándome su cruel y despiadada, aunque feliz, infancia. Más tarde, una vez Aigor pudo exportar todo su viejo dolor, me contó su feliz desventura  con una niña del Uruguay, (una bella y simpática sesentañera que apareció más tarde en su búsqueda), y finalmente me contó que ella, (la niña, con la que pasó la noche)  - al oír y sentir su inmenso dolor infantil - le dedicó un poema de uno de sus más ilustres paisanos, (de ella), y que del cual me traía escrito en un papel rosa arrugado con olor a incienso, escrito por el puño y letra de su diva   de la noche y que a mi, como me sucede casi siempre que leo a Benedetti, me emocionó. Lo transcribo aquí pues su belleza es puro arte:


"Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.


luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra"

Cuando éramos niños ... de Mario Benedetti





enriquetarragófreixes

2 comentarios:

  1. que te puedo decir Benedetti mas que bueno
    tu texto me ha emocionado de lo bello tan bello que es...
    La vida bien Mi hijo se ha salvado
    La politica de Trump
    un desastre y si gana tendré que seguir soprtándolo
    estamos vivos
    Pa lante siempre muchacho

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    Respuestas
    1. No sabía lo de tu hijo, pero me alegra muchísimo saberlo. Un abrazo muy fuerte, querida Mucha y, ah, la gente de Alicante siempre va "palante"

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