16 diciembre 2021
- Sentir el abrazo de un niño, de esos enanos que dan luz a nuestra vida, que te empuje para que juegues con él; que te pregunte que quiere decir esto o aquello y se asombre ante cualquier respuesta; que te abrace sin más y que cuando le preguntan ... "¿quieres al avi?" conteste: Sí ... hasta el cielo y eso, sin que puedas evitarlo, te haga llorar. Todo eso, que es mucho, me han dicho, de buena fuente, un amigo de un amigo que tiene un amigo, que eso es y fue posible...- Pero la cruel pandemia truncó todo ese maravilloso plan ... ¿hasta cuando? Cuanto tiempo perdido, un tiempo que nunca podré recuperar, pues si algo me sobra no es precisamente, tiempo.
- Quizás haya esperanza, sí, me aferraré a ella como si fuera mi propia vida la que depende de ello. Eso haré.
Es que no nos queda otra.
ResponderEliminarUn beso Enrique.
mUJER ESTAS VIVAS VIAJANDO SIEMPRE DEJA DE PROTESTAR
EliminarQué inédita inaudita demencial época nos toca enfrentar, verdad?... Pero que sea con esperanza y con tenacidad.
ResponderEliminarAbrazo empático amigo Enrique!! (que alguna enseñanza sacaremos de esto)
Pensemos en que sea así, amigo Carlos P.
EliminarEsperanza y abrazo esperanzado, mantengo y te mando con él.
Es un buen consejo es aferrarse a ser feliz. Te mando un beso
ResponderEliminarEs el mejor de los consjos, amiga Judit.
EliminarUn abrazo fuerte
No perdamos la esperanza amigo Enrique, saludos y cuidate mucho.
ResponderEliminarCuidémosla, alimentémosla, de esos e trata, creer para lograr.
EliminarUn abrazo, Sandra.
Pasaba a mandarte un abrazo y darte todo mi buen animo.
ResponderEliminarGracias, Judit, no sabes como aprecio este tipo de apoyo.
EliminarUn abrazo.
Fui maestra por lo tanto los chicos mas bien lejos
ResponderEliminarLo mejor del mundo siempre para VOS
Gracias, querida Mucha, mantendré ese deseo y el de poder verlos, claro.
EliminarUn abrazo fuerte, joven escritora de América