03 enero 2022:
Hay ratitos en que la felicidad se confunde con una gran manifestación de sentimientos y no solo combates al mismo ser, pues ese se defiende bien, más bien que nadie, pero siempre quedan esas pequeñas cosas que, como dice Serrat, siempre encuentras en un rincón o en un cajón que te devuelven la gracia del sueño de lo imposible aterrizado en un mundo lleno de todo lo que quieres, a la vez que te parece que vas viendo que la curva, de la que siempre hablo, está mas cerca. Hoy me he encallado en ello y me ha venido a la cabeza una de las mil del Milanés:
De que callada manera
De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera
yo muriendo
y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril. (...........++)
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera
yo muriendo
y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril. (...........++)
Conmovedor. Tú sí que sabes pulsar la cuerda acorde a cada momento, Enrique, razón de más para doblar una vez más la curva que tengas por delante en el camino de la infinitud de curvas que es esta vida, amigo!!
ResponderEliminarAbrazo hasta vos. Feliz año 2022 y tantos más...
Profundo, siempre, amigo Carlos P. Creo que lo más difícil es poder y/o saber, vivir cada momento.
EliminarProfundo abrazo desde este nuevo y esperanzador, nuevo año.
Hola y adios, hasta mañana.
ResponderEliminarÁnimo, Tracy.
EliminarHasta mañana
Adoro esa canción. Te mando un beso y espero que estés bien.
ResponderEliminarLo intento, amiga Judit. Estoy en ello. Veremos.
EliminarUn abrazo.
Me acordé de lo del chiste de Pagliacci.
ResponderEliminarMe encantó: Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde; “El tratamiento es sencillo, el gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad, vaya a verlo, eso lo animará”. El hombre se echa a llorar y dice “Pero, doctor… yo soy Pagliacci”.
EliminarUn abrazo, Alexander.
Profundas letras amigo Enrique. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarGracias, Sandra.
EliminarUn abrazo cercano en la lejanía.
Bien, si hoy toca cantar, cantemos! Además hace un día precioso, soleado, excelente temperatura... Bonito augurio e buen caminar.
ResponderEliminarGran abrazo Enrique.
Eres un encanto de persona, Ernesto. Solo empezar a leerte ya me levanta el ánimo.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Gran emoción, amigo, que me permitas participar y aportar a uno de tus blog...
ResponderEliminarAbrazo agradecido y feliz como este 2022 para vos.
Gracias, amigo Carlos P, eres una gran persona, uno de mis felices descubrimientos del año que se ha ido.
EliminarUn abrazo, muy agradecido.
RECOMENZAR ha dejado un nuevo comentario en la entrada "Quien le dijo que yo era siempre risa, nunca llanto":
ResponderEliminarUn dia increíble en Miami
Todo el año es Navidad.
Estas creciendo como escritor ya casi volás
Abrazos desde un lugar en el mar
Bueno, Enrique la vida nos instala en esas paradojas de la felicidad que nos llega, en medio de momentos de sinsabores; pero en otras la paradoja se esfuma, en cuando estamos infelices, viene Serrat y no pone el alma de arcoiris. Qué bien citar a Milanés, con el verso que más identifica la paradoja o antítesis: De qué callada manera
ResponderEliminarse me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera
yo muriendo.
Un abrazo desde estos soles de enero colombianos.
Carlos
Benditos soles, Carlos A. Tierra querida, de buenos amigos que viven por aquí y que la sigue llevando en el alma como nadie.
EliminarUn abrazo arcoiris.