lunes, 31 de mayo de 2021

Esa jarra que se rompió en 1956


“Jump”, de Karen Osdieck (USA). 1er premio en categoría Silueta.


31 mayo 2021

Voy a repetir aquí, hoy, algo que me sucedió hace muchísimos años, pero que siempre recuerdo y escribo, cada cierto tiempo, por no sé qué extraño sentimiento de culpa que se esconde lastrado en mi memoria:

Todos me miraban, alrededor mío un gran charco de líquido claro y un enorme desparrame de cristales. ¿pero por qué has tirado la jarra del agua niño? ¿ya eres mayor para darte cuenta de las cosas? Voces y más voces a mi alrededor, retumbaban en mis oídos sin parar, martilleando sin piedad mi inocencia, yo no había sido, habían sido ellos, como siempre, y ahora me echaban la culpa a mi, al Enrique chiquitín, yo tenía 7 años, celebraban la primera comunión de alguno de mis hermanos, yo no había roto nada, pero me llevé todas las culpas.

Ahora, sesenta y cuatro años después, pienso que hice mal; yo tenía que haber tirado esa maldita jarra de agua al suelo.

12 comentarios:

  1. Hola Enrique. Las cosa tras sesenta cuatro años después se ven de distinta forma. Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay nada mas bello que lo que nunca he tenido. Nada mas amado que lo que perdí.
      Es curioso, Llorenç, solo me acuerdo de lo bueno, nada de lo malo, pero ese jarrón roto estoy seguro que algo me trajo a mi vida y que, seguramente, me hizo mucho bien.
      Un abrazo de lunes.

      Eliminar
  2. En medio del silencio de ellos la experiencia de todas maneras te enalteció, Enrique, y hasta tal vez te forjó el carácter para jamás ser delator.

    Abrazo gigante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso creo, amigo Carlos P. Mi Madre siempre me decía que las cosas siempre sucedían por alguna razón y por o para, algún motivo.
      Abrazo como el tuyo, gigante.

      Eliminar
  3. Ayyyyyy....que ternura...y por eso hoy tenemos a este hermoso ser delante de nosotros.Es verdad , hay acontecimientos que se guardan alli, como en una especie de confesionario, será en este caso , porque justamente supiste callar. Mi abrazo y mi felicitacion por tu blog que es un orgullo constante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, Eli, a veces o casi siempre, me emocionan tus comentarios.
      Gracias.
      Un abrazo muy fuerte.

      Eliminar
  4. Hay cosas que no se olvidan y más cuando se nos echa la culpa de algo injusto y te quedas
    callado. A mi me pasa que termino imaginando en lo que tenía que decir y no dije. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, JP, se quedan ahí en el almacén de los recuerdos y cuesta olvidarlos.
      Saludos.

      Eliminar
  5. Mirar atrás, o acaso es una persistencia en ese malestar que Freud diría, es una neurosis, la cual hay que drenar, sintiendo que debiste haber roto esa jarra. Un abrazo. Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguramente sea eso, Carlos A., una sensación de inadecuación e insuficiencia ante la realidad. Seguiré meditando sobre ello pues tengo toda una vida por delante. (Aquí debería ir un icono de risas).
      Feliz martes.

      Eliminar
  6. Hay vivencias que no se olvidan y no sabemos porque pero seguimos recordando... Saludos amigo Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, Sandra, no sabemos por qué, pero se quedan ahí, abrazadas al rincón más profundo de la memoria.
      Un abrazo de martes

      Eliminar